lunes, 7 de marzo de 2011

LOS TEXTOS CIENTIFICOS

.Los textos científicos son los que tratan temas relacionados con las ciencias de la naturaleza y su objeto es el análisis de las leyes universales que rigen la realidad física. Los textos técnicos estudian la aplicación práctica del saber científico.
Algunas de las cualidades de los textos científicos son:
Claridad
Se consigue a través de oraciones bien construidas, ordenadas.
Precisión
Se deben evitar la terminología ambigua y la subjetividad, y en su lugar emplear términos con un sólo significante y significado
Verificabilidad
Se debe poder comprobar en todo momento y lugar la veracidad de los enunciados del texto. Esto puede comprobarse tanto mediante leyes científicas como mediante hipótesis.
Universalidad
Posibilidad de que los hechos tratados puedan ser comprendidos en cualquier parte del mundo por cualquier miembro del grupo al que va dirigido. Para ello se recurre a una terminología específica que se puede traducir con mucha facilidad de una lengua a otra. Estos términos científicos, también llamados tecnicismos, designan una única y precisa realidad.
Objetividad
Se le da primacía a los hechos y datos sobre las opiniones y valoraciones subjetivas del autor. Para ello se ha originado numerosos neologismos (palabras nuevas) procedentes de prestamos de las lenguas clásicas, modernas o formadas por los procedimientos lingüísticos propios de composición, derivación, siglas y acrónimos.

Las ideas de los textos científicos  adoptan normalmente dos modalidades:

* Deductiva o analizante

* Inductiva o sintelizante

 
EJEMPLO DE TEXTO CIENTIFICO
Conocemos la electricidad porque en nuestra época muchos artefactos funcionan con energía eléctrica:lámparas, radios, herramientas, entre otras.
Cuando estudiaste las formas de energía, seguramente aprendiste que la energía eléctrica se transmite desde el lugar en dónde se la genera –la central eléctrica– hasta las viviendas, a través de larguísimos cables metálicos. Y también que, además de la energía eléctrica proveniente de centrales, hay aparatos que usan otras fuentes de energía eléctrica, como las pilas. Sin ir más lejos, los automóviles almacenan la
energía eléctrica en las baterías, que son grandes pilas recargables.
Aunque la electricidad parezca tan moderna, las primeras referencias que se conocen de este fenómeno tienen unos 2.600 años de antigüedad. La palabra “electricidad” proviene de la palabra griega elektron, que significa “ámbar”, un tipo de material producido por la resina natural fosilizada de algunos árboles primitivos.
Los antiguos griegos descubrieron que, cuando el ámbar se frota, atrae pequeñas partículas de polvo. Este fenómeno de atracción se denomina electricidad estática. La energía eléctrica se observa cuando cuerpos cargados eléctricamente se atraen o se repelen. Pero debió pasar mucho tiempo, miles de años, hasta que se elaboraron las ideas que permitieron comprender la electricidad. En esta unidad, vas a comenzar por estudiar qué son las cargas eléctricas y cómo aparecen en los cuerpos. También podrás investigar qué sucede con la electricidad en diferentes materiales y de qué manera podemos emplearlos con distintos propósitos
La electricidad es la rama de la física que estudia los fenómenos eléctricos, además de una tecnología que aprovecha los efectos eléctricos.

La electricidad como fenómeno físico, esta arraigado a la propia estructura de la materia, dado que es el movimiento de los electrones que constituyen la corteza atómica lo que realmente forma la corriente eléctrica.

Hacia el año 600 adC, el filósofo griego Tales de Mileto observo que, frotando una varilla de ámbar con una piel o con lana, podían atraer cuerpos pequeños. También habían observado que si la frotaban mucho tiempo podrían causar el salto de una chispa.

Cerca de Mileto, (en la actualidad Turquía), se encuentra un sitio arqueológico llamado Magnesia, donde en la antigüedad se encontraron trozos de magnetita. Los antiguos griegos observaron que los trozos de este material se atraían entre sí, y también a pequeños objetos de hierro. La palabra magneto (en español, imán) proviene del lugar donde se descubrió.

Un objeto es encontrado en Iraq en 1938, fechado alrededor de 250 a d C, llamado la Batería de Bagdad, se asemeja a una celda electroquímica. No se han encontrado documentos que evidencien su utilización, aunque hay otras descripciones anacrónicas de dispositivos eléctricos en muros egipcios y escritos antiguos.

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